Hacía tiempo que no venía con un domingo de actualización, ehhh, pues bien, aquí estoy: un domingo a las 22:24 escribiendo estas líneas. Y es que, en realidad, aunque no lo parezca, este fin de semana ha sido bastante productivo a todos los niveles. Tanto familiar como en la escritura. La parte familiar me la reservo para mí, para los míos; esas experiencias no me gusta publicarlas en la red. Sin embargo, el tema escritura, que es el que os debe interesar si estáis aquí leyendo estas líneas en vez de estar haciendo otras cosas, puedo aseguraros que este fin de semana me ha ido bastante bien.
He conseguido avanzar nada más y nada menos que cinco capítulos, dejando el proyecto en un punto de no retorno, ese en el que, una vez traspasada la línea, todo lo que haya acontecido con anterioridad no va a poder ser cambiado a no ser que sea de vital importancia. Porque todo lo ocurrido hasta el momento es lo que ha hecho que los personajes lleguen, sin verse forzados en la historia, al punto donde se encuentran ahora mismo, que no es otro que en el interior de un bosque que ellos aún no lo saben, pero no les dejará volver atrás, quedando atrapados en sus entrañas hasta el desenlace final.
Puedo aseguraros que si hasta ahora los personajes lo han pasado mal, a partir de ahora lo van a pasar peor, y es que es cuando van a empezar a descubrir cositas, atar cabos y quién sabe si alguien se quedará por el camino. Eso, si os soy sincero, no lo sé ni yo. Así que yo también estoy expectante ante futuros acontecimientos en la trama.
No os quiero hacer perder más el tiempo, por lo que me despido de vosotros hasta la próxima entrada.
Un saludo.