Hola, hoy he aprovechado buena parte de la tarde para seguir escribiendo mi nueva novela y me gustaría dejaros por aquí un pedacito del texto. Esta a pelo, sin corregir, sin releer, tal cual lo he parido xD.
Ahí os va:
" María se preparaba un café cuando escuchó como una llave intentaba, sin éxito, entrar en la cerradura de la puerta de entrada a la vivienda. Se estremeció al recordar la última vez que su marido había llegado borracho a casa. Eran mucho más jóvenes, David tenía meses. Lola dormía tranquila en el comedor, dentro una cuna de viaje prestada que acomodaron allí durante un tiempo mientras María le daba el pecho al bebe. La llave tampoco acertó a entrar en la cerradura aquel día. Después de mucho insistir, dos fuertes golpes en la puerta despertaron a Lola haciéndole llorar a la vez que sobresaltaban a María haciendo, también, que David se pusiera a llorar. Dudó unos instantes antes de levantarse para abrir. En una de las muchas borracheras que cogía su marido, llego a levantarle la mano. Nunca se la puso encima, pero el daño ya estaba hecho. Aquella fue una de tantas faltas de respeto a la que fue sometida durante unos años.
Con cuidado, dejo a David en la cuna junto a la de su hermana. Los dos lloraban sin parar. Martín volvió a golpear la puerta. Acelerando el paso, María llego a la puerta, respiro hondo y la abrió. Allí estaba su marido: despeinado, con la camisa por fuera del pantalón y los ojos luchando por permanecer abiertos un segundo más. — ¡Puta! ¡Que eres una puta!, fue lo primero que dijo, balbuceando, cuando su mujer abrió a la puerta.
Dos fuertes golpes, como ecos del pasado, volvieron a sonar en aquella puerta devolviéndola a la realidad, arrancándole de un oscuro recuerdo que creía haber olvidado para siempre."
¿Me dejais en comentarios que os parece? ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario